Historia de la Parroquia

Según opinión de los historiadores, es la parroquia más antigua de Valencia. Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, en 1084, al conquistar la ciudad de Valencia, mandó   que se bendijese la mezquita que convirtió en iglesia con la invocación de la Virgen de las Virtudes.

Tras su muerte, allí estuvo enterrado hasta que se trasladó a Burgos. Luego se convirtió de nuevo en mezquita. El rey Jaime 1, al conquistar Valencia, dispuso que se consagrase de nuevo   dedicándose a San Esteban Protomártir. Fue consagrada por el obispo Pedro de Albalat, arzobispo de Tarragona el 12 de octubre de 1238.

El templo original era gótico. En 1276 estaba ya construido, de una sola nave con cubierta de madera y arcos de diafragma. En 1472 se amplió con el altar mayor y paulatinamente se fue reformando.  En 1504 Juan Garbera volvió a restaurar nuevamente el presbiterio. Entre 1514 y 1515 se construyó una nueva planta de la iglesia, dirigida por Fernando de León. Ya en el siglo XVI mantenía el modelo de planta tradicional de las parroquias valencianas. Ante el deterioro que fue sufriendo, el templo fue notablemente restaurado en el siglo XVII. En 1608 se volvió a reconstruir el presbiterio de nueva planta, con forma poligonal. Se restauró el primer tramo de la nave con sus capillas laterales correspondientes. Entre 1613 y 1618 se reconstruyó el resto del templo según el proyecto del arquitecto Francisco Antón, actuando como   maestros de obras Jerónimo Negret y Guillermo Roca. En el presbiterio, Juan de Juanes (15231 79) hizo varias pinturas sobre la Pasión del Señor y el martirio de San Esteban.

El actual templo tiene planta de una sola nave, con seis tramos, d pillas entre contrafuertes, arcos fajones de medio punto, presbiterio poligonal y cubierto con bóveda de crucería, así como tres capillas a sus pies, capilla de la comunión adosada en 1696 y torre-campanario, en el que se colocaron, el 26 de marzo, jueves de 1761, dos campanas nuevas.

Entre 1679 y 1682 Juan Bautista Pérez Castiel renovó el interior del templo según el gusto barroco de la época, un barroco, próximo al rococó. El presbiterio se reconstruyó, según proyecto de Cristóbal Sales, n 1800, con estilo neoclásico. El retablo existente de Juan de Juanes, con escenas de la vida de San Esteban, se vendió al rey Carlos IV. En la actualidad, se encuentra este retablo en el Museo del Prado de Madrid. El importe de la venta se destinó para ejecutar la obra. El altar mayor se diseñó al gusto neoclásico por el arquitecto Manuel Blasco. La planta poligonal pasó a ser semicircular y desapareció el revoque barroco. Se colocaron cuatro columnas corintias, que soportan un gran   entablamento sobre el que se levanta un   segundo cuerpo rectangular, flanqueado por las imágenes de San Vicente Ferrer y San Luis Bertrán. Actualmente, se encuentran en el altar mayor cuatro   grandes lienzos del siglo XVIII de Jerónimo Jacinto de Espinosa —que representan a Luciano ante el obispo de Jerusalén—, el hallazgo del cuerpo de San Esteban, el traslado de sus restos y el sueño de Luciano. Debajo de los lienzos de Espinosa, se encuentran dos pinturas realizadas en el siglo XVII por Pedro Orrentes, tituladas la Visión de Santa Teresa de Jesús y el martirio de San Lorenzo.

El nicho central, flanqueado por dos semi-columnas adosadas, acoge   una imagen de San Esteban, atribuida a José Esteve Bonet. En lo alto, se encuentran las mencionadas esculturas de San Vicente Ferrer y San Luis Bertrán. En el ábside, cubierto con una bóveda de ladrillos, pintó Vicente López al fresco, en 1802, la glorificación de San Esteban.

En la última capilla, al lado del evangelio, situada a los pies de la iglesia, se encuentra la imagen del Cristo del Rescate, originario del antiguo convento de San José y Santa Tecla. En la bóveda de esta capilla se han encontrado pinturas al fresco, anteriores a la reforma barroca, realizadas por Pedro Pérez Castiel, en 1677, con la inscripción: Mili Pus Mef 1677 (Felipe me hizo en 1677). Las pinturas representan símbolos eucarísticos. Probablemente, fue capilla de la comunión antes de construirse la actual en 1696.

En este templo parroquial se pueden contemplar pinturas de los mejores pintores valencianos: Jacomart Reixach, Juan de Juanes, Francisco Ribalta, Jerónimo Jacinto de Espinosa, Gregorio Bausá y Vicente Giner, entre otros.

Este templo parroquial tiene tres fachadas exentas en las que se ubican las diversas portadas que dan acceso a la misma iglesia. La portada principal renacentista fue realizada en el siglo XVI; es muy sencilla y está situada en la parte lateral, recayente a la plaza de San Esteban. En la parte superior, hay una hornacina de época reciente, con un relieve de San Esteban.

Anteriormente, había una imagen de la Virgen con el Niño Jesús. En la fachada de los pies de la iglesia, levantada a finales del siglo XVII, existen, en una estrecha callejuela, dos portadas gemelas, adinteladas y con pilastras dóricas. La portada de la capilla de la comunión es de 1696, fecha en que se concluye la última ampliación realizada en la planta de la parroquia.

Pertenece al barroco la capilla de la comunión. Se compraron dos casas anexas necesarias para su ampliación. Dicha capilla es una nave con tres tramos, obra del feligrés Francisco Padilla. El central está cubierto con cúpula y linterna/sobre pechinas y profusamente decorado con estilo barroco impresionante.

La torre-campanario, formado por cuatro cuerpos, es de finales del siglo XVIII y está situado a los pies de la iglesia. Entre 1754 y 1755, - con motivo del tercer centenario de la canonización de San Vicente Ferrer— se renovó el cuerpo superior con una cúpula barroca.

En 1682, el Colegio de Notarios de Valencia construyó tres capillas a los pies de la iglesia. En el centro se encuentra, con cúpula y linterna, la pila bautismal, en la que fueron bautizados San Vicente Ferrer, San Luis, Bertrán, los beatos Nicolás Factor, Juana María Condesa Lluch y el venerable Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente, entre otros beatos y personajes ilustres. La pila es una sencilla obra de mármol del siglo XIII. En un cuadro dice:

La propiedad y patronato de esta capilla, corresponde al Ilustre y Noble Colegio Notarial de Valencia. Se encontraba en el arco que hoy ocupa la puerta principal de la iglesia y fue trasladada a este sitio en el año 1682, mediante deliberación escriturada y con licencia del Diocesano. Se renovó en 1873.

Junto a la portada de entrada hay un panel de cerámica que recuerda que en esta iglesia se bautizó a San Vicente y se representa la cena de su bautismo.

 

Bóveda     Iglesia de   San Esteban tras   su restauración

Aunque el exterior de la iglesia de San Esteban es gótico, su interior es barroco. Antes de que se restaurara y tuviera lugar allí la exposición de la luz de las imágenes, la iglesia era oscura, y además   su poca iluminación no ayudaba mucho.

Para la exposición se restauró toda la bóveda, sacando a relucir sus preciosos colores azules y blancos, similares a los típicos platos de cerámica valenciana.

Cuando   entramos ahora no podemos mas que mirar hacia arriba, ya que los relieves de las plantas, sin duda eclipsan el resto de la iglesia

Sita en la Plaza de   San Esteban   de la...

Sita en la Plaza de San Esteban de la ciudad de Valencia, es un templo gótico edificado sobre una antigua mezquita que en el siglo XVII fue profundamente alterado en estilo barroco. De ahí que sea el primer templo en visitarse durante el recorrido de la Gloria del Barroco, organizado por La Luz de las Imágenes. Con la planta típica de las iglesias parroquiales valencianas de época gótica, con una sola nave y capillas entre los contrafuertes, su aspecto externo es muy sobrio, destacando los contrafuertes rematados por gárgolas que sobresalen por encima de la pared lisa, la sencilla puerta que da a la plaza de San Esteban, y el campanario que se alza a los pies. Al interior sorprende su recargada decoración de yeserías y esgrafiados. A diferencia de otras iglesias barrocas valencianas en la de San Esteban no se recubrieron las bóvedas de crucería, que se levantaron de nuevo en el siglo XVII entre arcos de medio punto. La decoración se organiza mediante pilastras de yeso entre los arcos de las capillas que sostienen un entablamento, todo recubierto de formas vegetales y de angelotes. El fondo en cambio se pintó de colores, sobre todo de azul, dibujándose sobre él un esgrafiado blanco con ondulantes formas vegetales. San Esteban era la iglesia de los notarios, y su cofradía patrocinó en 1682 la construcción de las capillas de los pies, con la pila bautismal de San Vicente Ferrer y San Luís Beltrán en el centro, lugar preferido de los valencianos para bautizar a sus hijos, y donde se representa por Pascua el bautismo del santo.

   LAS PARROQUIAS DE LA ARCHIDIÓCESIS DE VALENCIA

   -La ciudad y sus pueblos. Arturo Llín Chafer

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